Ya que hemos comenzado la primavera, ayer me puse a pensar en un plato sencillo que evoque algún recuerdo a este estación y que fuera algo digestivo para una cena.

Para ello busqué algunas recetas campestres con calabacín, algo tradicional de nuestras abuelas y aquí te la presento la que se empareja bien con un vino rosado.

Origen del plato: España

Tiempo de preparación: 40 minutos

Tipo de plato: Primer plato

Ingredientes por persona:

1 calabacín.
1 tomate grande.
1 cebolla mediana.
1 cucharada sopera de sal.
2 cucharadas de margarina vegetal.
1 pizca de orégano.
100 gr. de queso para rrallado para gratinar.

Elaboración:

Corta el calabacín, sin pelar, en rodajas gruesas.

Corta el tomate en rodajas finas.

Pela y pica la cebolla en trozos muy pequeños.

En una olla, llénala de agua con la cucharada de sal y cuando empieze a hervir añade los trozos de calabación y déjalos cocer durante cinco minutos.

Escurre los calabacines y déjalos en un plato.

En un sartén con una cucharada de margarina, frie la cebolla y cuando esté dorada añade el orégano, remueve un poco y retíralo en un plato.

Enciende el horno a 180ºC.

En una fuente de horno ve colocando una capa de rodajas de calabacines.

A continuación coloca una capa de rodajas de tomate.

Finalmente reparte la cebolla y el queso rallado hasta que cubra toda la base.

Mete en el horno la fuente y déjala durante 15 minutos.

Mientras tanto en un sartén caliente la otra cucharada de margarina hasta que esté líquida.

Saca la fuente del horno y esparce la cucharada de margarina por encima del gratinado.

Vuelve a meter la fuente otros 15 minutos en el horno.

Vino recomendado:

Este plato se puede combinar muy bien con Líbido Rosado 2009, ya que el sabor del calabacín con el toque de orégano en la cebolla, resalta un sabor que evoca a campo de primavera y la cremosidad del queso con el sabor del tomate, deja un regusto ámplio.