El Pleno del Senado aprobó el pasado Miércoles, 6 de Abril, una moción presentada por el PP y transaccionada por todos los Grupos en la que se instó al Gobierno a impulsar la promoción del consumo responsable de vino de calidad y otras medidas de protección del sector vitivinícola dada su situación actual.
José Valín Alonso, senador del Grupo Parlamentario Popular (GPP), apuntó en su intervención “hay que alejar al vino de la imagen de producto alcohólico para situarlo en el ámbito de un alimento que se vincular con tradición gastronómica, culinaria, ambiental, cultural, histórica y paisajística española”.
Instó, a su vez, el impulso de un plan de promoción del consumo moderado del vino de España y sus beneficios para la salud y destacó especialmente por aprovechar la afluencia de turistas a España para dar a conocer el vino y otros productos agroalimentarias con la intención de mejorar las ventas.
Asimismo, ha pedido una defensa «firme» del sector de cara a futuras reformas de la Política Agraria Común (PAC), mantener la fiscalidad del producto en el sistema de impuestos especiales de forma compatible con la circulación de mercancías en la Unión Europea (UE) y crear el Consejo Vitivinícola español para dar mayor participación a agentes económicos y sociales.
La situación de crisis que atraviesa el sector del vino, conformado por 6.000 bodegas, del que vive el 6 % de la población activa y el 13 % de las empresas del ámbito agroalimentario, y que pese a contar con la mayor superficie de viñedo del mundo y ocupar el segundo lugar en exportación mundial en 2010, sigue teniendo grandes problemas, entre los que el senador citó que el consumo interno per cápita es el vigésimo tercero de la UE, mientras que en el exterior la valoración del vino español es «mala» porque se vende a precios que «hunden» el mercado, sobre todo a granel o en envases de cinco litros, con la excepción de alguna Denominación de Origen.
Según el senador, existen «problemas estructurales»:
– En España se arrancaron en 2010, 31.000 hectáreas de viñas, más que en el resto de países del mundo juntos. Es una pena que se apoye más arrancar las viñas viejas (que todos sabemos que dan mejores caldos) para cobrar subvenciones, que mantenerlas para que den mejores cosechas en años venideros.
– Las modificaciones del IVA de julio de 2010 que muchos distribuidores aprovecharon para incrementar los precios para el consumidor final y bajar los precios a los productores, y que las autoridades siguen sin querer intervenir.
– Y que cada vez hay mayor «separación» entre productores, comercializadores y el consumidor. Con lo fácil que es promocionar el mundo del vino y que iniciativas privadas han demostrado que tienen tanto éxito.
Y digo yo, ¿de qué sirve que se hable de promocionar el vino, si conociendo los “problemas estructurales” no se ponen medidas para solventarlos o al menos minimizarlos, sino que se busca la solución al problema más fácil para no entrar en temas polémicos?.
Esmeralda Iranzo, senadora del Grupo Socialista (GPS), animó al Ejecutivo a «continuar con la labor que ya está llevando a cabo» en defensa del sector agroalimentario, pero ha asegurado que no aceptarán «intervenciones catastrofistas que puedan poner en cuestión en su afán de crítica al Gobierno» el trabajo y esfuerzos realizados por los bodegueros y viticultores. También indicó que no admite «acusaciones de pasividad» hacia el Gobierno porque, a su juicio, siempre ha defendido al vino en el marco de políticas nacionales, en el ámbito de la Organización Común de Mercado (OCM) y del Plan Nacional de Apoyo al sector Vitivinícola y en iniciativas de promoción de la Dieta Mediterránea en el mundo.
José Manuel Pérez Bouza, del Grupo Parlamentario de Senadores Nacionalistas (BNG) ha propuesto que se aprovechen sinergias con organismos como el ICEX para promocionar en los mercados los caldos de máxima calidad amparados por una Denominación de Origen y «no cualquier tipo de vino», especialmente hacia países asiáticos y emergentes que proporcionen mayor valor añadido.
Joan María Roig i Grau, portavoz de Agricultura de CiU en el Senado, también pidió un esfuerzo promocional de los vinos con Denominación de Origen, con la colaboración de las comunidades autónomas, frente a los caldos «corrientes» que se venden por debajo del nivel de rentabilidad, así como un diálogo más intenso con los operadores del sector.
María Mar Caballero, la senadora de UPN del Grupo Mixto, ha apoyado la moción del Grupo Popular, argumentando que «el sector del vino lo está pasando muy mal» ante «una crisis muy importante» por la disminución del consumo interno per cápita al año (26 litros), los bajos precios de venta y los elevados stock.
Josep María Batlle, senador del Grupo Parlamentario de Entesa Catalana de Progreso (GPECP), respaldó la moción a pesar de su lectura crítica en la que consideró que el PP insta al Gobierno «a hacer lo que ya está haciendo, para dar a entender que lo hace porque ustedes lo piden», si bien «todos sabemos» que existen estas campañas y acciones políticas en defensa del vino.
Por un lado, pienso que en el Senado se ponga en la mesa el tema de promocionar el vino, es algo positivo porque se dan cuenta que hay un problema y hace falta una solución, pero veo mal que sigan utilizando este tipo de iniciativas para darse protagonismo y hagan “sus guerras políticas” sin pensar realmente en el sector vinícola, ya que si se unieran, dejando rencillas político-personales y presentaran una propuesta con la firmeza que realmente necesita, sería un espaldarazo firme que resolvería muchos problemas. Vero vamos, esto lo digo sin ánimo de vilipendiar a nadie.
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