Hay mucha gente que acompaña el café con algo más que una galleta, bollito o pastelito, suele ser gente con gustos más especiales (en el buen sentido) y que después de probar distintos tipos de café, se han decantado por uno con un sabor muy concreto.
La mayoría de los casos, al café habitual, se le añade un chorrito de anís o licor, pero los hay que lo combinan con algún vino de postre también. Personalmente, cuando quiero un toque dulce en mi café, le echo un chorrito de Torres Floralis Moscatel Oro, u otro vino de licor moscatel; en caso de querer un toque más dulce, pero sin recurrir al azúcar, le echo almíbar casero con canela, lo que añade un ligero dulzor pero sin restar el sabor típico del café.
Una vez decidido salirse de los cánones del café, hay decenas, por no decir miles, de formas de prepararlo, por lo que he preguntado a blogueras y blogueros para que me digan sus gustos y así poder disfrutarlos el resto.
PabloD Gourmet 
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