Muchas veces para un desayuno con un café con leche por la mañana o por la tarde, apetece comer alguna magdalena o muffin para así disfrutar del café con un buen contraste.
Con esa idea pensé que tampoco estaría mal acompañarlo con un bollo con un toque dulce, así que me puse manos a la obra para buscar un bollito adecuado que maridara bien con un café con leche.
Continuando con los experimentos culinarios que empecé en Madrid con las Magdalenas rellenas con Gomara Moscatel Málaga, se me ocurrió que si eliminaba la levadura de una simple receta de magdalenas, el resultado sería un sabor parecido al pan pero con una textura más jugosa, y si además la rellenaba de algo dulce pues sería más sabroso, así que como estamos en época de arándanos y moras, pues tenía que aprovechar.
Aunque los que preparé eran para el desayuno y calentitos estaban realmente ricos, como hice unos 30 bollos, los que sobraron de ese día los guardé para más adelante. Días más tarde, seguían igual de buenos fríos, pero calentándolos 30sg. en el microondas sabían como recién hechos.
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