A veces es bueno alternar recetas de varios países de tal manera que el resultado final sea un conjunto de aromas y sabores poco habituales.
La focaccia italiana es un pan muy fácil de preparar, aunque requiere un poco de tiempo, por lo que no es algo para improvisar, pero el resultado final, bien vale la pena.
Este pan es muy es un buen acompañante para unas tapas con chorizo criollo, fuet, salami italiano, o con un chorrito de aceite de oliva virgen con sal.
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